domingo, 4 de febrero de 2018

Las huellas de Ulloa óptica en Manzanares el Real


Manzanares el Real, un pequeño pueblo serrano al norte de Madrid, es hoy en día un reflejo de lo que fue en sus años de importancia y relevancia, que gozó desde épocas medievales.

Fundada en medio de la repoblación cristiana de la reconquista medieval en el siglo XIII, este municipio se convirtió, a lo largo del siglo XIV-XV en la cabeza de un poderoso señorío feudal en el norte de Madrid liderado por la familia Mendoza; “El Real de Manzanares”.

El pueblo, siempre bajo la influencia y el control de los Duques del Infantado, fue orientándose con el paso de los siglos a actividades del sector primario (agricultura y ganadería) y secundario (comercio), y ya a lo largo del siglo XIX se introduce en el pueblo una leve industrialización muy incipiente de la mano de los molinos de trigo (existentes ya desde el siglo XVIII) y sobre todo desde 1840 hasta 1911 de la primera Fábrica de papel continuo de España, ubicada en este municipio, aprovechando los abundantes saltos de agua del río Manzanares.




Ésta fábrica, fue la primera gran industria económica seria que tuvo el municipio pero, una vez más, debido a problemas de rentabilidad tuvo que cerrar muy pronto, en 1911, por lo que toda la rentabilidad económica y la mano de obra abundante que generaba, se paraliza temporalmente.

En aquellos mismos años, según cuenta Juan José Saavedra en su libro "Historia y secretos de Manzanares el Real y La Pedriza", y especialmente Alfonso Pozuelo en su artículo "La fábrica de Ulloa", un jóven emprendedor llamado Cástor Ulloa de origen gallego, que llevaba tiempo trabajando en Madrid en negocios relacionados con el mundo de la óptica, decide adquirir unos terrenos en el madrileño pueblo serrano de Manzanares el Real a finales de los años 30, en una zona entonces en terreno de La Pedriza, en la Calle Navazuela, muy cerca de la actual Cañada de los Toros, a las afueras del lugar, siendo los orígenes de la fábrica Ulloa óptica.

Sin embargo, el estallido de la guerra civil el 18 de julio de 1936 interrumpe brúscamente este nuevo amanecer para el desarrollo industrial en el norte de Madrid.

El municipio quedó en manos de la retaguardia republicana, y debido a la cercanía del frente de guerra en la vecina Sierra de Guadarrama, el municipio y los hotelitos y fincas de mayor tamaño ubicados a las afueras del municipio fueron incautados por su alto valor estratégico a partir de 1937 por el ejército republicano, especialmente el hotelito "Las golondrias" y la finca de Ulloa, que pasaron a albergar el Cuartel General del I Cuerpo del Ejército del Centro, dirigidos por el Coronel Domingo Moriones (1937-1938), y el Teniente Coronel Luis Barceló (1938-1939).




Especialmente importante fue el papel jugado por la finca de Ulloa, que en este complejo militar incautado fue sede de servicios cartográficos y de cartelería al servicio del bando republicano.

Así lo menciona la revista “El Cultural” en su artículo del 19 de febrero de 2004 acerca de la exposición “Carteles de guerra” donde dice;

“El Círculo de Bellas Artes recupera ahora, de la mano de la Fundación Pablo Iglesias, una importante colección de carteles del ejército republicano creados todos ellos durante la guerra civil por artistas consagrados. Es el caso de Gonzalo Alonso, de quien acercamos uno de sus carteles realizado en 1937 en el cuartel general de Manzanares el Real, en el frente de Guadarrama.

Desde aquel despacho en la sierra madrileña y de la mano de Gonzalo Alonso, entonces soldado del primer Cuerpo del Ejército, salieron muchos de estos carteles, creaciones originales, por supuesto, de marcado sentimiento obrero y dedicación a la causa, y destinadas a levantar la moral o tratar de unir esfuerzos. Dibujó también postales para que los soldados escribieran en ellas a sus familias”.




En efecto, tal y como informa la Fundación Pablo Iglesias en su Diccionario Biográfico, Gonzalo Alonso Rodríguez, madrileño de San Lorenzo del Escorial, y militante de las Juventudes Socialistas, perteneció a la Unión de Dibujantes Españoles, y miembro y afiliado de la UGT y las JJSS de Madrid, trabajando antes de la guerra en la agencia de Publicitas y Helios.

Cuando estalla la guerra civil española, Gonzalo Alonso, como muchos otros activistas políticos del momento, se incorpora a filas del ejército popular republicano en el frente de Guadarrama, Manzanares el Real y Madrid donde realizó el periódico mural Victoria, siendo trasladado, según informa la Fundación, al Cuartel General del I Cuerpo de Ejército del Centro (hotelito y barracones de La Pedriza), donde realizó el periódico Unidad en marzo de 1937 y la cabecera de Norte y varios dibujos para Nueva España, produciendo numerosos carteles de propaganda para el I Cuerpo de Ejército del Centro manzanariego.

Concluida la guerra, Castor Ulloa recuperará del nuevo ayuntamiento de la localidad, ya en época franquista, la titularidad de sus territorios, en los cuales instala a partir de 1940 la fábrica de gafas Ulloa Óptica. 

En sus mejores años y gracias a las modernas equipaciones tecnológicas y maquinarias, afirma Pozuelo que la fábrica llegaba a producir hasta 300 gafas al día nada menos, y daba trabajo a más de 40 personas, generando grandes ingresos que revitalizaron durante más de 60 años la economía y la vitalidad de la zona. 

Desde 1940 hasta el cierre de la fábrica definitivo en 2001 a manos del nieto del fundador, Alfredo Castor Ulloa, la fábrica de Ulloa volvió a revitalizar la economía del municipio de una forma que no se veía desde finales del siglo XIX con la vieja fábrica de papel, y el lugar fue el escogido por las tres generaciones de Ulloa para la fabricación de sus conocidas gafas y sus ópticas, que aún siguen funcionando en algunos lugares de España. 




Con el cierre de la fábrica en 2001, Ulloa óptica desaparece física y especialmente económicamente de Manzanares el Real, aunque sus huellas son aún visibles en algunos rincones de la localidad que vio nacer el imperio comercial e industrial de los Ulloa, entre otros con restos visibles como la vieja fábrica de gafas de la Calle Navazuela, que aunque cerrada aún se conserva (dicen que aún con parte de la maquinaria original de los años 40 que lo convierte en un museo interesante de objetos industriales de la época) y un curioso termómetro ubicado en una de las paredes de la hilera de casas conocidas en el lugar como "chamberí" (fabricadas a finales del siglo XIX para los trabajadores de la fábrica de papel) que lleva el emblema de Ulloa óptica y en estado muy oxidado....acaso el último recuerdo visible en el pueblo de la que fue su industria más popular. 

Fuentes: 

-Saavedra, Juan José. “Historia y secretos de Manzanares el Real y La Pedriza”. Editorial Creaciones Vicent Gabrielle. Madrid, 2011. 

-Pozuelo, Alfonso. “La fábrica de Ulloa”. Revista “El Real de Manzanares”, de la Asociación Cultural El Real de Manzanares. Número 27, marzo de 2002. 

-“Catálogo de bienes y espacios protegidos”. Ayuntamiento de Manzanares el Real. Manzanares el Real-Madrid, marzo de 2015. 

-Dalmau, Carmen. Domingo, Raúl. "Crónicas de retaguardia". Actividades y Servicios Fotográficos, S.L. Madrid, 2006. 

-“Carteles de guerra”. Revista “El Cultural”, 19/02/2004. 

-“Biografía de Gonzalo Alonso Rodríguez”. Diccionario biográfico del socialismo español, Fundación Pablo Iglesias. Madrid, 2006.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Muy bueno lo espuesto.Yo naci en el 1952 en dicha fabrica, siendo en aquel momento Domingo Aisa Gasca el Encargado principal de toda la producion de gafas que se menciona.Buenos recuerdos de mi infancia.

Demos dijo...

Me alegro de que le haya gustado el texto, es un placer poder tener lectores que hayan experimentado en primera persona las cosas que se cuentan. Sin duda alguna, usted tendrá mil anécdotas que ilustrarán mejor cualquier cosa que se escriba aquí. Muchas gracias por el comentario!!

Milagros Ulloa dijo...

Muy interesante la historia de mi familia en el continente europeo, y que nunca conocí. Don Castor Ulloa, fundador de la Fábrica Ulloa era primo hermano de mi abuelo, Don Castor Ulloa Vázquez. quién emigró a los once años, a América, para nunca más volver. Historias paralelas de dos jóvenes Gallegos, que compartían las mismas raíces y el mismo nombre...